Poema de Juan José García Carbonell, «Aquella navaja de mi padre»

AQUELLA NAVAJA DE MI PADRE!!!

Éramos como la mayoría
una familia pobre, de artesanos.
Mi madre repartía
la fuente del guisado por los platos.
El buen pan de La Roda
mi padre hacía pedazos;
el pan grande en el pecho,
la navaja en la mano.
Servía la navaja para todo:
Para sacarle punta al tranco,
para afilar el lápiz,
para el corcho rebelde,
para el tocino magro,
para mondar las naranjas,
para mojar la sopa en caldo,
para pelar patatas,
arreglar el gazapo,
cortar el nudo, despegar la caja,
y poner un cartón a los zapatos.
Echar la sal al huevo,
y cortar a la vid el primer ramo.
Para pelar la vara del camino
y poner nuestros nombres en un árbol.
¡Navaja de mi padre,
cuántas cosas hacías en su mano!

Cada Feria veníamos
padre e hijo cogidos de la mano.
Comíamos en la «Cuerda»,
junto al carro con toldo de un paisano,
la merienda que madre preparaba.
Y después de los toros
padre compraba turrón blando.
Ahora ya se fueron los dos,
mas compro la navaja y me la guardo.
¡Quizá esta Feria un hijo mío
me compre una navaja de regalo!